Caso práctico: Benidorm Fest

Vuelve la ilusión por el festival de Eurovisión gracias al Benidorm Fest

Este festival, que nació para encontrar el representante de España para Eurovisión 2022, se ha convertido en un fenómeno viral en cuestión de semanas.

Tras varios años donde el espíritu eurovisivo se ha visto minado por las designaciones “a dedo” o por galas con muchas polémicas pero pocas canciones, este año algo ha cambiado. Los eurofans han podido revivir la emoción del proceso de selección. RTVE apostó por recuperar un festival mítico, que países como Italia siguen celebrando, un evento donde elegimos al artista que queremos que nos represente en este certamen europeo. Bajo el nombre de “Benidorm Fest”, catorce artistas con sus propuestas compiten por ser los abanderados de nuestro país en Turín, en apenas unos meses. 

Dos semifinales divididas por grupos de siete artistas, donde las cuatro canciones más votadas entre el jurado profesional nacional (30%) e internacional (20%), el panel demoscópico (25%) y el televoto (25%), pasaron a la final que tuvo lugar en el Palacio de Deportes L’Illa de Benidorm este sábado 29 de enero, siguiendo el mismo sistema de votación para la selección del acting ganador.

Antecedentes

En esta primera edición de Benidorm Fest, RTVE abrió una convocatoria de recepción de propuestas el pasado 29 de septiembre con un plazo de mes y medio donde artistas, autores y compositores podían enviar su proyecto musical dentro del marco legal del festival, siendo mayores de 16 años y de nacionalidad española. La valoración de estas candidaturas fueron capitaneadas por personajes influyentes de la industria musical como Tony Sánchez-Ohlsson, J Cruz o Zahara. Un total de 692 propuestas por el formulario online y 194 canciones enviadas directamente al medio, sumando casi 890 proyectos, del que solo fueron seleccionados 14 para las galas en directo .Para esta elección, se tuvo en cuenta la paridad de género, la combinación de referencias musicales con nuevos talentos y la variedad de estilos.

Como requisito musical, las canciones debían ser originales y no haber sido publicadas, interpretadas o distribuidas, total o parcialmente, antes de septiembre del año pasado. La canción debía durar entre 2:30´ y 3:30´, incluyendo al menos el 65% de la letra en español y/o lenguas cooficiales de España, como el inglés o los dialectos. 

El evento

La escenografía contó con un escenario principal de 450m², con pantallas led giratorias en sus laterales, una pantalla frontal y columnas de iluminación robotizadas como trasera. La disposición de la zona de participantes nos recordó mucho a la utilizada por el festival de eurovisión, sentados por grupos, en formato grada y con grandes sofás, dotando de una estética informal. Al igual que la línea gráfica, vídeos de presentación y agradecimiento, que por un momento no sabíamos si estábamos viendo ya la Gala en Turín o en Benidorm. Un acierto ya que sigue la misma línea corporativa del evento matriz, pero con la personalidad gráfica desarrollada para esta primera edición. El Green Room donde pudimos ver al jurado y presentadores (Alaska, Maxim Huerta e Inés Hernand), tenía una dimensión de 300m², utilizando una mesa principal como la que solemos ver en shows de este tipo.

En la primera semifinal, pudimos ver en directo a Chanel, ganadora de esta primera fase, seguido de Tanxugueiras, Blanca Paloma, Varry Brava, siendo eliminados Unique, Azúcar Moreno y Luna Ki, esta última con polémica incluida por la utilización de Auto-Tune, algo prohibido en el certamen europeo. La nota musical la puso el ganador de Eurovisión 2017 en Portugal, Salvador Sobral y Marlon.

En la segunda semifinal, los participantes fueron Rigoberta Bandini, ganadora de la noche, seguida por Rayden, Xeinn, Gonzalo Hermida, siendo eliminados Marta Sango, Javier Mena y Sara Deop. Los artistas invitados a esta velada fueron Ruth Lorenzo, representante de España en Eurovisión 2014 y Niña Polaca.

En la gran final actuaron Pastora Soler y Nia Correia acompañada por Nyno Vargas. Tras las votaciones, la gran ganadora de la noche fue Chanel con su tema “SloMo”, canción que nos representará en Turín en Eurovisión 2022 gracias, en parte, al apoyo del jurado profesional. El podium lo completa Tanxugueiras, ganadoras absolutas del público, con un tema interpretado en gallego llamado “Terra” y Rigoberta Bandini que se lleva el bronce con la canción “Ay mama”, la cual ha sido una revelación durante todo el certamen convirtiéndose en un himno feminista que seguro escucharemos en las principales radios musicales del país.

Las audiencias acompañaron al formato, con casi tres millones de espectadores en su final alzándose con el 21% de la cuota de pantalla. La audiencia media fue de casi dos millones por gala. Debido al éxito, este evento ha firmado ya por cuatro años por lo que este es el comienzo de una nueva etapa eurovisiva para nuestro país como lo es el Festival de San Remo para Italia.  

Curiosidades

  • 890 candidaturas.
  • 14 proyectos musicales finalistas.
  • 2 millones de espectadores de media.
  • 3 días de gala en directo.
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