Coca Cola, la gran reconocida en su campo, compañía multimillonaria, es el claro ejemplo de fidelización de marca.
En 1985 la empresa quiso rejuvenecer el sabor de su refresco, cambiando la famosísima receta secreta por otra fórmula.
En tan sólo 3 meses tuvieron que volver a la fórmula original, ya que los más fieles seguidores de la marca notaban a la perfección la diferencia en el sabor y no iban a aceptar ninguna imitación.
Así que… a veces estar muy encasillado en algo puede hacer que no tengamos margen de maniobra para explorar lo inexplorado, ¿no?