Depende… El brief siempre nos va a aportar un poco de luz al comienzo de cualquier proyecto. Tener una base por dónde empezar hace que nos centremos en el objetivo y acertemos mejor a la primera.
Si es la primera vez que trabajamos con un cliente, la respuesta siempre va a ser «Sí». Toda comunicación lleva su proceso y utilizar este tipo de técnicas nos ayuda a entendernos mejor.
En cambio, si llevas mucho tiempo trabajando con un cliente, o si es una segunda edición de evento, a veces no es necesario volver a presentar un brief. Suele ser suficiente con un email o una buena reunión de trabajo.
Aún así, te recomendamos tener una hoja de ruta para todos tus eventos. Si en algún momento tienes que volver al punto de partida, siempre tendrás un archivo que te servirá de salvavidas. Evita recurrir a la memoria y a no dejar nada por escrito, la mente a veces nos juega una mala pasada y los malos entendidos también.