Entrevistamos a Fernando Petisco

 

Llevo más 25 años en la industria musical. Empecé trabajando en diferentes giras como OBK, Los Ronaldos y Compañía nacional de México. Continué mi andadura por Port aventura y acto seguido comencé a trabajar en el Palau Sant Jordi y el Estadio Olímpico. No sólo he estado en la industria cultural, también he trabajado para agencias de eventos corporativos como Pepitos Brothers. Además, tengo experiencia como técnico de sonido o técnico de iluminación.

He vivido en diferentes ciudades como Madrid, Barcelona , Tarragona o Salamanca. He trabajado en diferentes giras europeas teatrales visitando países como España, Francia, Alemania, Suiza, Italia, entre otros.

Mi paso por las instalaciones olímpicas de Barcelona me llevaron a realizar y a producir muchos tipos de eventos, tanto corporativos, deportivos, musicales, ferias y un largo etcétera. Durante estos últimos 8 años he tenido una productora junto a un socio y gracias a lo acontecido en este último año tuvimos que echar el cierre con todo el dolor de mi corazón.

Los estudios de grabación son mi gran pasión. Me encanta encerrarme en un estudio a crear y grabar. ¡He pasado muchas noches encerrado y grabando bandas! Es de las cosas que más me gustan, además las relaciones de amistad que se fraguan en este ambiente son para toda la vida.

Están siendo tiempos muy difíciles para la cultura. Debido a la pandemia que nos asola teatros, cines, conciertos y eventos han tenido que cerrar sus puertas durante casi un año. ¿Cómo has vivido esta situación? ¿Crees que han sido justas las medidas tomadas respecto a la cultura?

No, estoy en total desacuerdo con las medidas tomadas. Creo que a nuestro sector se le ha criminalizado en este aspecto, tomando unas medidas que no nos dejan trabajar ni continuar con nuestra labor. Creo que deberían ser unas medidas más laxas, hemos demostrado que la cultura es segura y que a nivel organizativo hemos podido incrementar las medidas de seguridad, asumiendo unos costes dentro de la producción para que los asistentes se sientan seguros. Hemos puesto todo lo que está en nuestras manos, nadie tiene mayor interés que nosotros en que los asistentes estén lo más seguros posibles disfrutando de nuestras actividades. 

Llevas muchos años dedicado a la producción de eventos culturales. ¿Cómo has tenido que reinventarte para sobrevivir al 2020? ¿Crees que este año todo volverá a ser como antes o nos espera aún un largo camino de recuperación?

Llevo en el mundo de la producción más de 25 años y, desde febrero del 2020, fuera del Palau Sant Jordi, ya que decidí cambiar el rumbo de mi trayectoria para crecer profesionalmente. Como ves, no pude escoger el peor momento, pues un mes después vino la pandemia mundial. En estos momentos me encuentro desempleado y buscando activamente proyectos en los que involucrarme. Tenía previstos 2 festivales para verano de 2020, pero desgraciadamente se suspendieron, claro. Por otro lado, este tiempo he estado trabajando en la grabación del segundo disco del grupo “Sibaris”, que saldrá a la luz en marzo de 2021.  Por último, sinceramente creo que tardaremos en volver a la normalidad tal y como la recordábamos. No será fácil volver a lo que éramos, pero todo el sector está aunando esfuerzos para recuperarnos lo antes posible. 

"Hemos demostrado que la cultura es segura y que a nivel organizativo hemos incrementado las medidas de seguridad asumiendo costes dentro de la producción para que los asistentes a los eventos se sientan seguros."

En la Sala Apolo de Barcelona, se llevó a cabo un experimento «Anti Covid-19» para demostrar que la cultura es segura. Ha sido todo un éxito ya que hubo 0 contagios. Tuviste la gran suerte de vivirlo en primera persona, cuéntanos cómo fue, cómo te sentiste y que conclusiones sacas de esta experiencia.

Los investigadores seleccionaron a un grupo de 1.000 personas de entre 18 y 60 años, sin patologías que pudieran complicarse por la Covid. Acto seguido formaron dos subgrupos de 500 personas: los que iban a asistir al concierto y el denominado grupo de control para cotejar los resultados. Todos se sometieron a un test de antígenos el mismo día del concierto y a una PCR ocho días después. Ninguna de las 463 personas que accedieron al local, permaneciendo en el recinto un promedio de 2 horas y 40 minutos sobre las 5 horas de duración del concierto, resultó infectada. Al margen del test de antígenos, las medidas de seguridad en el recinto consistieron en la entrega de una mascarilla FFP2 de uso obligatorio, salvo para consumir (incluso bebidas alcohólicas) o fumar (en una zona exterior habilitada), la regulación del flujo en las entradas, las salidas y las colas de los servicios, y profusión de gel desinfectante de manos por todo el local, muy por debajo del aforo normal. No hubo órdenes de distanciamiento: los espectadores bailaron, se abrazaron. Y no percibieron una excesiva sensación de control, según las encuestas posteriores. Un ambiente cerrado con 500 personas bailando representa el máximo nivel de estrés de exposición al coronavirus. Los resultados de este ensayo, pionero en Europa y que serán publicados en una revista de biomedicina, avalan la eficacia de los tests de antígenos previos a los actos multitudinarios. Con esto podemos estar prácticamente seguros de que no hay ningún gran contagiador que entre. Mientras siga habiendo restricciones, creemos que se pueden realizar actividades con tests de antígenos negativo previo. A grandes rasgos es como se realizó el ensayo clínico que ha resultado ser un gran éxito. Para mí fue un éxito ya que no se ha detectado ningún contagio, que es lo más importante. Desde aquí dar las gracias a Primavera Sound, la sala Apolo y al Hospital Germans Trias i Pujol por esta gran iniciativa y su gran organización. Han conseguido demostrar científicamente que la cultura es segura.

A veces nos cuesta entender la dureza de las medidas que toman respecto a nuestra industria y la falta de criterios unánimes ante unos eventos u otros. Es el caso del concierto de Raphael en el cual se reunieron 5.000 personas pero, en el mismo recinto, no se puede acudir a ver un partido de baloncesto. ¿Qué opinas sobre toda polémica suscitada alrededor de este evento?

A mi parecer, cada comunidad autónoma se rige por sus normativas. Pero yo tampoco entiendo que puedan acudir 5.000 personas a un concierto, pero no a un partido de basquet. Te pongo otro ejemplo, en el Palau Sant Jordi han permitido que se haga el World Padel Tour, pero con un máximo aforo de 1.200 personas. Me gustaría poder entender qué criterios se utilizan para dar luz verde a unos eventos y a otros no. Con esto quiero decir que, dejando de lado que los eventos sean económicamente viables o no, ya con todas las normativas que hay que cumplir se están haciendo realmente insostenibles, y se está imposibilitando la oportunidad de que una marca o entidad pueda realizar algún acto de fidelización de su marca. 

Aunque hemos tenido largos parones, algunos eventos han sabido adaptarse y llevarse a cabo a pesar de las restricciones. ¿Cuál ha sido tu mayor reto este año? ¿Cómo has afrontado los proyectos con unas circunstancias tan extraordinarias?

Mi secreto ha sido las ganas de volver a trabajar, de hacer lo que más me gusta. Volver a sentirme feliz y realizado. Así es como he podido afrontar estos parones, con los pequeños proyectos que he ido realizando a lo largo del año.  Como te he comentado antes, me fui del Palau Sant Jordi en un mal momento, pero siempre hay que mirar hacia adelante y sobre todo, creer en lo que haces. Nuestra industria es todo un mundo de posibilidades y, aunque ahora estemos atravesando un bache muy duro, quienes nos dedicamos a esto sabemos ponerle la pasión y energía necesarias para continuar. 

Por último, cuéntanos un poco que consejos darías a todos los estudiantes que están empezando su andadura en el sector de los eventos. ¿Cuáles son los puntos básicos para el éxito de una producción? ¿Tienes una lista de imprescindibles a la hora de afrontar un proyecto de producción?

Este trabajo es vocacional. Es un sector muy sacrificado, con largas jornadas laborales, muchos viajes y, por consiguiente, poco tiempo para dedicar a la familia o los amigos. Pero como dijo Confucio, si amas lo que haces, nunca será un trabajo.  Al final en esta industria es importante saber que no hay horarios, que sólo tiene que haber ganas de sacar el proyecto adelante sea como sea.  Para mí lo más importante en una producción es hacer una buena previa. Hay que tener en cuenta los pequeños detalles ya que, muchas veces, el cúmulo de pequeños detalles hará que acabes en desastre, o en una producción perfecta. Los imprescindibles que recomiendo: ritmo, constancia, y perseverancia. 

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