Entrevistamos a Guillermo Calderón. Retail y Comunicación.

Desde que comencé mi etapa laboral, he tenido la oportunidad de dedicarme a lo que más me gusta, la moda y los eventos. He trabajado en equipos
dentro de la industria textil, de la cual he podido adquirir competencias que me han hecho crecer a nivel personal y profesional. Además, he colaborado en la organización de eventos privados y cinematográficos, los cuales me han permitido ser persona polivalente, acostumbrada a trabajar en equipo y con ganas de superarme a mí mismo. Me considero creativo y con sensibilidad hacia el detalle, lo que me permite adaptarme a las necesidades de la empresa y el cliente.
Siempre estoy dispuesto a embarcarme en nuevos proyectos, ¿conectamos?
Como profesional de la moda y su comunicación, ¿Cómo has visto que ha vivido el sector de la moda los cambios a causa de la pandemia en el último año?
Como todos, con incertidumbre. No obstante, lo más importante ha sido la gran capacidad que han tenido las empresas e involucrados para adaptarse a la situación y crecerse, mostrando una actitud proactiva capaz de adaptarse al cambio.
Son muchas las empresas, tanto PYMES como multinacionales, que se han visto afectadas. Hemos de tener en cuenta que en este gran círculo, son partícipes miles de personas, que con su granito de arena hacen que todo funcione. Por lo que en cierta manera, también se ven reforzadas las cadenas de valor, mostrando la importancia de cada pieza.
Se trata de un tópico, pero es verdad que siempre hay que ver algo de luz cuando estamos rodeados de oscuridad.
Hemos visto presentaciones y desfiles en un entorno casi 100% digital usando tecnología nunca antes vista y una creatividad al máximo. ¿Qué opinas de esta reinvención de la moda y su nueva andadura digital? ¿Crees que tendremos eventos de moda híbridos entre lo presencial y lo digital en un futuro a largo plazo?
¡Es una maravilla! Al igual que otros sectores, la moda se caracteriza desde siempre por un uso de la creatividad mayúsculo, por lo que no podía ser menos y se ha servido de las herramientas de las que disponemos actualmente para continuar sorprendiéndonos. No podemos olvidar, que desde las primeras casas de moda, los eventos, han sido una parte primordial para mostrar las colecciones y marcar tendencia.
Confío en que vuelvan los eventos 100% presenciales, no obstante, creo que digitalizarlos para acercarlos al público es muy importante. En el mundo en el que vivimos, muchas personas hablan de la lejanía que existe entre las firmas y el público, pues han estado marcados en la última década por un marketing arrasador. No nos olvidemos, que detrás de esas fotos y vídeos en redes sociales, ante todo, hay personas. Estamos rodeados de moda por todos lados, no solo cuando nos vestimos, también en los muebles que tenemos en casa, las calles por las que caminamos.. ¡todo!. Es un mundo apasionante, lleno de texturas y colores, ¿por qué no hacer partícipe a todo el mundo?
La pasada 72º edición de la Mercedes-Benz Fashion Week estuvo marcada por un extenso protocolo de seguridad que supuso un antes y un después en la pasarela, ¿Cuáles han sido los cambios más significativos en cuanto a la normativa en eventos de esta envergadura?
Principalmente, el uso de la mascarilla, ya un complemento indispensable en nuestro día a día (esperemos por poco más tiempo). Después el límite de aforo, lo que ha obligado a muchas firmas a reducir sus listas de invitados y cribar más quiénes son los agraciados que pueden acudir al desfile (dato que personalmente, agradezco, pues pareciera últimamente que cualquiera puede entrar en este mundo). Itinerarios de circulación por el espacio, acompañado de la distancia interpersonal con uso diferenciado para la entrada y salida del evento. Y finalmente, el cumplimiento general de las medidas de higiene y desinfección.
Aunque varias casas, optaron por facilitar pruebas PCR a los asistentes previo al evento (chapó).
"Siempre hay que ver algo de luz cuando estamos rodeados de oscuridad"
De los proyectos que se han desarrollado esta temporada como las presentaciones con público en Milán de Dolce & Gabbana y Etro o firmas que han optado por formatos exclusivamente digitales – fashion films – para presentar sus colecciones, como Prada, Salvatore Ferragamo o Gucci, ¿Con qué te quedas? ¿Ha habido algún proyecto o trabajo que te haya gustado o impactado especialmente?
B A L M A I N. Con mayúsculas, desde que Olivier Rousteing cogió las riendas, ha dado un vuelco brutal a la firma. Para la presentación de SS 21, escogió un escenario neutro con gradas en los laterales, donde en una mitad se encontraban invitados «de cuerpo presente», como Jon Kortajarena y en la otra, invitados virtuales. Estos invitados virtuales, además de grandes personajes del mundo de la moda, como la célebre Anna Wintour o cantantes como Jennifer López iban en una larga lista de personas influyentes y amigos personales del propio Rousteing.
Olivier, además de mostrarse siempre cercano en sus redes, está colocando a Balmain en el Top 3 de casas de moda más influyentes del momento, sin desprestigiar a clásicos como Chanel o Dior. ¡¡Bravísimo!!
En un momento tan atípico, en el que la moda de autor confía en revitalizar un sector muy afectado por la crisis, ¿Hacia dónde creer tú que evolucionará el sector de la moda en los próximos dos años?
Estoy seguro, que tomará el camino más adaptado al momento que se esté viviendo. El sector retail ha sido un ejemplo de adaptación al cambio (siempre teniendo en cuenta las características personales de este) y superación ante cualquier adversidad a la que se ha enfrentado a lo largo de la historia. La moda es cambiante, tiene vida propia y nosotros solo le damos forma.
Todos hemos vivido un cambio drástico en nuestras vidas en el último año como consecuencia de la Covid, principalmente en el trabajo, introduciéndose el teletrabajo, las reuniones online o las videoconferencias como nuestra nueva normalidad. ¿Cómo crees que ha afectado esto a la imagen personal de cada uno de notros?
Al principio, cansados de estereotipos y estar continuamente cuidando nuestra imagen, pasamos olímpicamente (me incluyo). Lo que fuera nos valía durante los meses de duro confinamiento… mientras tuviéramos lo necesario, nos bastaba.
La cosa cambió con el desconfinamiento, donde hay dos vertientes, los que ya pasaban o comenzaban a hacerlo y los que volvieron a querer arreglarse.
La imagen, fuera de lo superfluo que pueda parecer (lo digo yo que trabajo en este mundo), tiene mucho que ver en nuestro estado anímico. ¿Quién no se ha puesto alguna prenda o se ha arreglado algo diferente a lo habitual y aunque fuera por un segundo le ha alegrado el día? Pisas la calle de otra manera.
Ahora estamos en un momento en el que precisamente es muy importante cuidar nuestra imagen, no por el qué dirán, si no por nosotros. Estar cómodo con uno mismo, vuelca sobre nuestro alrededor y nuestras labores una sensación positiva que incrementa nuestro rendimiento y capacidad para soportar los días complicados que tenemos encima.