Son muchas las ventajas que obtenemos a la hora de aplicar el juego en nuestros eventos. Con la llegada de los eventos virtuales, muchas agencias invierten gran tiempo en elaborar la estrategia de comunicación para que los asistentes sean capaces de sentir el efecto Wow a través de sus pantallas. En este punto nace la mayor ventaja de la gamificación. A través del juego, aumentamos nuestra atención y, si además, lo unimos a retos, premios o recompensas nuestro espíritu competitivo hará el resto. Para ello, podemos crear ranking entre empleados, desafíos, regalos a los participantes, ¡todo lo que se nos ocurra!
La creatividad es otro de los puntos fuertes. Tenemos libertad absoluta para crear contenido, desde crear historias y asignar roles a nuestros asistentes hasta crear gymkanas que recorren todo el eje argumental de nuestro evento sin que los usuarios sean conscientes. Piensa como un niño para aplicar soluciones coherentes y adultas.
Por último, y no por eso menos importante, a través de los juegos fomentamos el teambuilding, creando unión de equipo, transmitiendo el mensaje de pertenencia a un grupo. Este tipo de juegos en el formato digital nos ayuda a que el “piel con piel” sea posible aunque sea a la distancia. La comunicación con tu equipo, las anécdotas que surgen durante el juego y tener que colaborar juntos por un objetivo común hacen que la conexión grupal atraviese cualquier pantalla.