En este sistema el anfitrión se sitúa en la cabecera de la mesa (lo que comúnmente conocemos como presidir la mesa). En el caso de ser dos anfitriones, se ocuparían ambas cabeceras.
Con esta colocación, los invitados de mayor categoría se ubicarían a ambos lados de las dos presidencias, dejando los puestos centrales para los invitados de menos caterogría.
La ventaja de este sistema es que se forman dos centros de conversación, aunque, como desventaja, debido a las distancias, se separan dos conversaciones ambos extremos de la mesa.