Cuando te enfrentas a liderar un equipo, tienes diferentes formas de hacerlo. Existe el líder asertivo, ese que siempre sabe qué decir; el líder autoritario, solo podemos hacer lo que él considere; el líder pasota, ese que te deja hacer y deshacer a tu modo… Cada uno tiene que encontrar la forma de liderar donde se sienta más cómodo pero sin olvidar lo más importante, el bienestar de su equipo.
En los años 70, el psicólogo y científico B.F. Skinner, desarrolló la teoría sobre el Condicionamiento Operante. Basó sus estudios en el análisis del comportamiento de los animales, llegando a la conclusión de que la probabilidad de que una conducta se implante o que se repita, aumenta cuando va seguida de un estímulo positivo y tiende a desaparecer, cuando va seguida de castigo o imposición.
Su teoría ha sido implementada en muchos estudio `psicológicos desde entonce pero en el mundo empresarial no ha sido tan utilizado, a pesar de que sus beneficios son infinitos. Los líderes que utilizan esta técnica en sus equipos han denotado un incremento en el rendimiento del trabajador, un mayor compromiso hacia la empresa, se ha mejorado sustancialmente el clima laboral, incrementando la cohesión de equipos y una disminución de bajas laborables por estrés o ansiedad.
El valor más preciado que tiene una empresa es el equipo humano que está detrás de cada proyecto, de cada evento. Porque sin su esfuerzo, sacrificio y capacidad de trabajo, los proyectos fracasarían. Quizás a veces resulte complicado, el estrés del día a día, los clientes complicados, trabajos que se atragantan… Pueden ser motivos para perder el control y pagarlo con tu equipo. Por ello, te vamos a dar seis razones para que utilices el refuerzo positivo dentro de tu equipo de trabajo.